Ganó, pero casi se lo empatan.

Escrito por Laucha

Por la decimo novena fecha del Torneo Apertura 2008, Boca recibía a Colón de Santa Fe en la Bombonera. El Xeneize llegaba con una mínima chance de coronarse campeón, si Tigre y San Lorenzo caían en sus respectivos partidos. Por su parte, Colón llegaba sin obligaciones.

Apenas corría medio minuto, y Colón tuvo su primera ocasión. Pero Boca respondió rápidamente gracias a Riquelme, pero su tiro se iba arriba del travesaño. De todas maneras, el primer gol de la tarde iba a llegar; Vargas envió un centro preciso para una volea tremenda de Figueroa que impactaba las redes del arquero Sabalero Pozo. Boca pasaba al frente en el marcador y se sacaba toda la presión.

El segundo tanto para Boca iba a tomar su forma rápidamente; Battaglia tocó con Dátolo y el ex volante de Banfield le sirvió el tanto a Riquelme, que con el arco libre marcó. Boca abultaba la diferencia y parecía estar todo liquidado. Román dominaba los hilos Xeneizes con pases de gol, disparos netos, y sus clásicos regates que volvían locos a los zagueros Negros.

El 10 de Boca no estuvo sólo a lo largo del primer tiempo. Dátolo se convirtió en un socio de lujo, y como si fuera poco, Figueroa estaba en un estupendo día. Es por eso que a los 27 minutos de la parte inicial, Lucho convertía el tercer gol Azul y Oro. A pesar del claro dominio ofensivo de Boca, la defensa no encontraba el buen juego, y el Santafesino se aprovecharía de eso. Torres, gracias a un disparo desde media distancia, marcaba el descuento para los visitantes.

El complemento comenzaría con dominio de los dirigidos por Mohamed. A lo largo del campeonato, Boca sufrió cada centro en contra, y Colón lo complicaría en ese aspecto. La pelota cruzó toda el área, ningún defensa pudo rechazar, García desvió mal, y le dejó el balón servido a Valdemarín que convirtió el segundo tanto para soñar con el empate.

Para los hinchas de Boca era increible lo que sucedía. Un partido que parecía estar liquidado, lo pasaba a sufrir. Y para colmo, los jugadores erraban todo tipo de oportunidades. La gran ovación de la tarde iba a llegar, saldría Viatri y su lugar era ocupado por Palacio, que no jugaba desde la derrota ante Vélez.

Los minutos finales del encuentro, fueron electrizantes para ambos simpatizantes. Colón se aproximaba, pero los defensores Xeneizes le impedían la igualdad. Los hinchas de Tigre y San Lorenzo escuchaban los minutos restantes en La Boca, pero el partido finalizaría con una ajustada victoria local, tres tantos contra dos.