
Redactor: Germánl15
En el estadio José María Minella de Mar Del Plata se enfrentaban Independiente y Racing en una nueva edición del clásico más convocante del Gran Buenos Aires. Además, el partido servía como punto de inicio del Pentagonal de Verano “Polacrin” 2009, que lo disputarán también Boca, último campeón del fútbol argentino, River, defensor del título, y San Lorenzo.
No hubo una gran convocatoria de público en el estadio. La tribuna popular de Racing estaba repleta, y la del “Rojo” en un 90% de su capacidad, pero en las plateas había muy pocos espectadores. Según las fuentes oficiales, se vendieron 12.000 entradas, sumadas además a las de protocolo, redondeaban un marco de 15.000 personas aproximadamente.
El partido comenzó con un Independiente dominante, mostrando un gran manejo de pelota y velocidad, apoyándose en el equilibrio del “Toti” Ríos y la chispa de Higuaín. En la “Academia” se notaba la ausencia de Moralez, quien dejó el club, y sin dudas ese va a ser uno de los problemas en los que tendrá que trabajar el DT Juan Manuel Llop, el de encontrar a un conductor. Una de las alternativas parece ser el juvenil Claudio Yacob, pero la falta de regularidad y experiencia del volante central parece ser un obstáculo.
Sin embargo, la primer ocasión neta de gol llegó a los 17 minutos, por parte de los albicelestes, cuando Pablo Lugüercio conectó un cabezazo tras un centro de Lucero, que fue contenido con seguridad por el arquero Damián Gabbarini.
Pero al minuto siguiente llegaría la primer emoción de la noche, cuando Federico Higuaín envió un centro llovido desde la derecha que el arquero académico Migliore no salió a cortar y le permitió a Hernán Fredes estampar el 1-0 en el marcador. Independiente ganaba y hasta el momento no era justo.
Pero en el resto de la primera mitad se encargó de justificar el resultado, ya que a excepción de un mano a mano de Caballero ante Gabbarini, Racing no pudo generar ninguna situación clara de gol, en parte por impotencia y en parte por el gran juego que desplegaba el Rojo, que con embates de Higuaín, Sosa y Ríos intentaba aumentar la diferencia.
Asi se iba el primer tiempo, con un Independiente dominante pero no efectivo.
Generalmente, cuando un equipo no liquida un partido en el primer tiempo, se dice que lo puede sufrir en el segundo tiempo. Sin embargo, este caso fue la excepción, ya que el segundo tiempo fue un festival de fútbol y goles del equipo dirigido por “Pepé” Santoro.
Al principio Racing pareció salir con más fuerza que su rival, a quien parecía llevarse por delante, y en un par de ocasiones en los pies de Lugüercio y Caballero se perdió el empate.
Esto pareció darle vida a Independiente, y más precisamente a Federico Higuaín, que a los 16 minutos tomó la pelota en campo de Racing y encaró, pasó a uno, dos, tres, cuatro con el arquero, pero fue trabado por un defensor académico justo cuando quiso definir en la puerta del área chica. Una jugada memorable que no pudo terminar en gol.
El Rojo seguía atacando, e iba a tener su recompensa. A los 21 minutos del segundo tiempo aparecía Darío Gandín en el vértice del área grande, controlando la pelota tras un pase de Higuaín y rematando cruzado al arco, pero su tiro fue tapado por el arquero Pablo Migliore, que dio un rebote increíble dentro del área que solo tuvo que empujar el prometedor juvenil Patricio Rodríguez. El “Diablo” estaba 2-0 y era merecido.
Pero los gritos no iban a terminar ahí, ya que a los 27 minutos, con un Racing totalmente tirado al ataque, tomó la pelota Leonel Ríos (la figura de la cancha) encaró por el centro del campo hasta la medialuna y abrió la pelota para Rodríguez, quien tocó para Gandín y este en el punto del penal solo tuvo que colocarla a un costado del arco del indefenso Migliore. Una gran jugada para un buen partido, arriba el Rojo 3-0.
Y tan solo cinco minutos después, en un corner, Higuaín envió un centro largo que llegó a cabecear Rodríguez y que fortuitamente encontró a Gandín ubicado en el primer palo, que se encontraba cubierto por Shaffer que, increíblemente, salió de su posición y le permitió al delantero de Independiente definir ante la salida de Pablo Migliore.
Fueron 10 minutos fatales para Racing, que estaba en un menor nivel que su rival, pero no como lo reflejaba el marcador. En las tribunas, mientras tanto, la gente de Independiente se regocijaba con una victoria impesada, mientras que algunos hinchas de Racing se retiraban del estadio.
Luego vendría una lesión del juvenil académico Lihué Prichoda y la explusión del experimentado José Chatruc, aunque esto ya fue anecdótico.
Asi se fue el primer clásico del verano, con un resultado que no refleja lo visto en la cancha, ya que Independiente fue superior a Racing, pero no con tamaña diferencia. 4-0 y fiesta.
Goles:
Independiente: 18’ PT Fredes, 21’ ST Rodríguez, 27’ y 32’ ST Gandín.
Racing: -
Tarjetas Rojas:
Independiente: -
Racing: José Chatruc
Cambios:
Independiente: Rodriguez por Sosa - Godoy por Rios - Pérez por Fredes
Racing: Chatruc y Prichoda - Fernandez por Pérez - Sanchez Sotelo por Lugüercio.
Formación:
Independiente: Gabbarini; Viola, Bocchino, Caracoche, Mareque; Fredes, Vittor, Higuaín, Rios; Gandín, Sosa.
Racing: Migliore; Peppino, Cáceres, Mercado, Shaffer; Prichoda, Yacob, Pérez, Lucero; Caballero, Lugüercio.
Arbitro: Gabriel Brazenas
Estadio: José María Minella (Mar del Plata)

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